Va ya para
cuatro años el blog, que acarrea más de dos centenares de entradas y cumple 25100
lecturas realizadas desde 78 países[1].
Celebra moderadamente el autor ese haber dejado casi atrás uno de los números que
suelen ser agraciados con ligera superstición mágica. Curioso rasgo
antropológico éste de ir haciendo magia de todo. Saludos.
miércoles, 30 de septiembre de 2015
viernes, 11 de septiembre de 2015
IX, 33. Gracián relee a Ramón (2)
La génesis del proceso de la agudeza (o
conceptismo) es una intuición que Gracián capta muy gráficamente —o
sea, muy ramonianamente—
como «prontitud». Este chispazo va conduciéndose por hilos de rauda electricidad
comparativa: una instalación de «artificiosa proporción» y «agradable propiedad»
que mueve a «buscar correspondencias» de proporción (mediante la vista) y de
consonancia (con el oído). La agudeza opera, pues, encontrando mínimas afinidades
entre un «sujeto» o «centro» y sus «adjuntos» o «circunstancias». Gracián llama
a todo ese proceso conceptear o sutilizar. Una teoría sobre el modo en
que funciona el pensamiento humano.
martes, 8 de septiembre de 2015
IX, 32. Gracián relee a Ramón (1)
Como hoy es fiesta en Málaga, estoy trabajando.
Manías de profesor. Llega un momento (suele ser por septiembre) en que pasa,
mientras preparas clases: harto ya de cantar las bellezas y verdades de las
obras que son eternas mientras duran; de contar las mil vicisitudes de autores
que fueron, claro, de carne y hueso; de segmentar el espacio-tiempo con
etiquetas colganderas para estantes de historia reponedora; de convertir la
poesía en crónica, surge la «urgencia de lo conceptuoso», que es como definió Gracián
la agudeza. Vamos, que la inteligencia debe ganar la partida a la repetición. Deberes
de clase.