El esquemático conflicto
interno de Luis de Vargas que soportaba el raudo andamiaje de Pepita
Jiménez, se vuelve todo complejidad, magnífica complejidad en La Regenta (Barcelona, Arte y Letras, 1884-1885) de Clarín. Como función conectada con el crecimiento, la complejidad es
asunto, entre otros, demográfico: en las novelas queda ligado a la creación de
más personajes. Tal teorema literario explica que el conflicto privado de Pepita Jiménez se redimensione como
público en La Regenta: entre el amor
carnal propuesto con don Álvaro Mesía, figura machoálfica de chulesca vaciedad,
y el amor un algo más que espiritual que explota en don Fermín de Pas,
magistral catedralicio. Clarín multiplica
por dos al seminarista secularizado que escribía sus cartas en la novela de Valera.
sábado, 21 de enero de 2017
lunes, 16 de enero de 2017
IX, 35. Luis de Vargas, «desempedrando las calles»
Para mi
amiga Esther Huete, que leyendo
estas Literaventuras me sugirió la cita de
Lorca
Valera publicó Pepita Jiménez en cuatro entregas del
tomo XXXVII de Revista de España, números
146-149 (28-III-1874, 13-IV-1874, 28-IV-1874 y 13-V-1874). Aunque con vistas a la posterior edición de la novela como libro (Madrid,
J. Noguera, 1874) pulió el texto —lo estudió Ana Navarro (CILH, 10 [1988], 81-103), quien
mencionaba los descuidos que el autor reconocería en 1897—, pudo haber escapado
a su control cierto detalle. En carta del 4 de abril, previa (claro) a la ya citada del 4 de mayo, Luis de Vargas, quejándose del ajetreo del campo, indica:
«aquí me paseo mucho a pie y a caballo»; frase que, procediendo de la primera
entrega de Revista de España (página 160), se estampó idéntica en la edición Noguera (página 40). ¿Minucia? Si a caballo se
refiere a montar cuadrúpedos, como una mula, lo es; de lo contrario, quizá en
su plan primigenio era ya caballista
Luis, pero, a medida que iba escribiendo, Valera apreció la fuerza del motivo (¿o
estereotipo semántico?) del enamorar ecuestre. Y decidió explotarla, mediante
el expediente de cambiar planes y desdecirse, sin corregir la incoherencia
narrativa.
lunes, 9 de enero de 2017
VI, 29. Ercilla, inventor de Chile (y 4)
La literatura
aplicada de Daniel Devoto (Textos
y contextos, 1974) es bien distinta de la que concibió treinta años antes Alfonso
Reyes:
Es literatura aplicada la historia escrita con belleza
literaria de estilo y forma [...]; no lo es el esquema
geométrico de Federico de Onís [RFE,
1915] sobre la transmisión de los textos en una oda de fray Luis de León.[1]
miércoles, 4 de enero de 2017
IX, 34. Enamorar a lomos de caballo
Tácita táctica artística para exaltar a próceres,
reyes y guerreros consiste en que los retratados monten espléndidos corceles. Efigies,
lienzos y poemas coinciden por lo general, y para los generales, en esta
convención. Que cuando se radicaliza deja solo al équido: advirtió don Carlos
que el viento del Norte podía «encajarle una pulmonía al caballo de la Plaza
Mayor» (Misericordia, I), obviando y
olvidando aquí Galdós a Felipe III, a la sazón jinete en esa
estatua. Por no mencionar la agudeza castiza, focalizada en broncínea
testicularia, de «Tener
más cojones que el caballo de Espartero».