El inerte y pobre cliché o estereotipo semántico es una forma lingüística fija que, repitiéndose de continuo —de manera que su pauloviano o canino automatismo de estímulo-respuesta es previsible en ciertos contextos—, selecciona un aspecto muy determinado de un referente y lo simplifica al máximo. El cliché esquematiza y detiene así la realidad, antes compleja y dinámica. Simplificación y repetibilidad: bien mirado, toda voz funciona como cliché que nos aprisiona y del que somos cómplices. He llamado al fenómeno síndrome lingüístico de Estocolmo.
Con su lindero semántico, cada palabra limita una parcela de la realidad y, de rebote, la manera de percibir el mundo. Pongamos el vocablo príncipe, que en principio acumularía, entre otras, señas de nobleza, dignidad, cortesía y generosidad. Las estrofas IV-VI de la canción cuarta de Guillermo IX de Aquitania, responderían a tal estereotipo, en este caso según la sublimación provenzal del «amor de lejos», que permite amar a dama a la que nunca se ha visto:
Enfermo estoy y temo morir,
y de ello no sé más que lo que oigo decir;
médico buscaré a mi voluntad,
y no sé de uno así.
Buen médico será si consigue curarme,
pero no, si empeoro.
Amiga tengo, no sé quién es,
pues nunca la vi, por mi fe.
Nada ha hecho que me agrade o me disguste,
y no me importa en absoluto,
que nunca hubo normando o francés
en mi casa.
Nunca la vi y mucho la amo,
jamás obtuve de ella favor ni disfavor;
cuando no la veo, hago caso omiso:
no doy a cambio un gallo.
Que sé una más gentil y más hermosa,
y que más vale.[1]
Otro príncipe, que tampoco ve a su amada, aunque sí sabe quién es y habla con ella por teléfono, Carlos de Inglaterra, cambió extraordinariamente su concepto de amor, ya no cortés, y por tanto incompatible con el estereotipo semántico del príncipe. Se trataba de un amor bastante poco gentil, al menos cuando se verbalizó oralmente. Incluyó anuncios, y así no extraña que la monarquía inglesa pudiera estar puesta en tela de juicio: siglos haciendo ver a los súbditos en qué consistía el prototipo semántico príncipe, para controlarlos (porque los estereotipos son poder), y Carlos saliendo entonces con éstas, de las que ya trataré.
[1] Guillermo IX duque de Aquitania y Jaufré Rudel, Canciones completas, ed. bilingüe de L. A. de Cuenca y M. Á. Elvira, Madrid, 1978.
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