Quiero agradecer a los amigos invisibles, y por supuesto a los visibles, el que, durante el primer trimestre de este cuaderno virtual de apuntes varios, me hayan regalado su tiempo y su lectura, con más de 1000 visitas electrónicas que llegaron desde catorce países: España, Rusia, Alemania, Estados Unidos, México, Ucrania, Perú, Argentina, Ecuador, Chile, Venezuela, Malasia, Italia y Reino Unido.
viernes, 30 de marzo de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
I, 9. De imágenes y palabras
La encontraron «sentada hilando la lana». Su belleza y recato dejaron fascinado a Sexto Tarquinio, hijo de Tarquinio el Soberbio, rey de Roma. Horas antes estaban bebiendo y fanfarroneando. Durante el cerco militar de Ardea, Sexto Tarquinio y algunos acompañantes, como Colatino, habían ensalzado cada uno a su esposa sobremanera. Estimulados por el vino, decidieron volver a Roma, verlas a todas y averiguar quién era la mejor. And the winner was… Lucrecia, la mujer de Colatino.
jueves, 22 de marzo de 2012
IV, 6. Izquierda, izquierda, derecha, derecha...
Padece el síndrome de Estocolmo el rehén que acaba identificándose con su secuestrador. Respecto de los clichés lingüísticos y los eufemismos, considérese que sus mantenedores secuestran con ellos la realidad, la encierran en la jaula de oro de lo políticamente correcto y luego la jibarizan. Cuando alcanzan el éxito, los hablantes terminan parloteando como quieren los disfrazadores del mundo: con la lengua de la tibieza.
domingo, 18 de marzo de 2012
V, 2. En resumen
Parece que sí, que se cruzaron. El sapiens y el neardenthal, digo. Las cuentas salen: ya los abuelos de los simios diz que contrajeron relaciones más o menos formales con la rata, el cerdo, el dragón y el resto del zoológico del calendario chino. Un cacao maravillao de familia.
jueves, 15 de marzo de 2012
VI, 7. El laboratorio de la censura
«Una de las inesperadas consecuencias que ha tenido para la literatura su más formidable conquista, la libertad, es haberla vuelto frecuentemente inocua, y al escritor, frecuentemente, un frívolo» (Mario Vargas Llosa, «Acomodos en el cielo», El País, 13-1-1991). ¿Recuerdan, en efecto, cómo ciertos escritores decían, durante la transición española, que «contra Franco escribíamos mejor»? ¿Sí? ¿Los recuerdan? Dejemos por ahora la literatura social, sintagma a fin de cuentas redundante, para decir dos palabras siquiera sobre la censura, el laboratorio que pone a prueba la influencia social de los textos literarios.
martes, 13 de marzo de 2012
VI, 6. Crónica de un influjo anunciado
¿Lo que llamamos realidad no será sino una gigantesca metáfora alzada por esos poetas o creadores que son los filósofos, los científicos y los historiadores? «No se diga, pues, que el arte copia a la Naturaleza», concluía en «La Gioconda» (Mocedades, 1911) el español más clarividente del pasado siglo —o quizá del pasado todo—, José Ortega y Gasset. Y a continuación se preguntaba, por supuesto retóricamente: «¿Dónde está esa Naturaleza ejemplar fuera de los libros de Física?».
domingo, 11 de marzo de 2012
IV, 5. Jibarizar la vida
La revisión de los estereotipos del príncipe de cuento de hadas que es siempre bienamado y termina defraudando y del príncipe de la razón de Estado que es siempre temido y acaba ajusticiado, podría concluir también así: la política es una colección de artimañas para segmentar el mundo en clichés.
viernes, 9 de marzo de 2012
VI, 5. Un bebé con cola de cerdo
La narrativa hispanoamericana cuyo alias mercadotécnico fue el boom, surgió, en buena medida, de un pensar y un soñar la relación y la fusión entre vida y escritura que legaron las vanguardias. Paremos mientes a cuento de esto en otros casos de imitación que la vida hace del arte o, como dirían prosaica y técnicamente los «leedores» —según los denominó displicente Pedro Salinas—, de la relevancia social de la institución literaria.
miércoles, 7 de marzo de 2012
IV, 4. Príncipes y razón de Estado
Un segundo haz de señas sobre el estereotipo príncipe, en nada aprovechable por la retórica del cuento de hadas, fue delimitado en 1513 por Nicolás Maquiavelo, aquel filósofo a quien le dio por ser experimental o sincero: «siendo mi intención escribir una cosa útil», «me ha parecido más conveniente perseguir la realidad efectual antes que la imagen artificial».
domingo, 4 de marzo de 2012
I, 8. Demorados preliminares
Correrá a cargo esta vez de Mario Vargas Llosa la écfrasis de otro cuadro tizianesco[1]. Constituyan tal coyunda el capítulo 7, «Venus con amor y música», de la estupenda, inteligente y finísima novela erótica Elogio de la madrastra (1988), y el óleo Venus recreándose con el Amor y la Música, h. 1555 (Madrid, Museo Nacional del Prado), que pertenece a la serie musical y venusina que en estas Literaventuras va siendo examinada o recreada.
sábado, 3 de marzo de 2012
IV, 3. Estereotipos y tecnología
El prototipo de príncipe nipón incluía entre sus rasgos la invisibilidad. Cuando los norteamericanos ganaron la II Guerra Mundial, lo tuvieron de nuevo a tiro: para resquebrajar la milenaria institución imperial japonesa, les bastó con obligar al emperador a hablar por la radio y hacerse ver. Un señor más bien bajito con sombrero de copa y frac respondía a todo menos al estereotipo de príncipe oriental. Definitivamente, había sido desorientado.
jueves, 1 de marzo de 2012
VI, 4. De filología aplicada a la historia
Creencia análoga a esa de la palabra como revelación, pero esta vez laica, apunta que la literatura es —a lo Vicente Aleixandre— manantial o al menos manual de vida: fuente de conocimiento. Este otro sentido de lo que me gusta llamar filología aplicada era el que cobraba el studium liberal de las letras antes de que formalismos, estructuralismos y otros peritajes y vanguardias tecnológicas del XX separaran a los textos del autor, a ambos de los lectores y a todos del gozo y del goce del estudio literario.