Persiguiendo a quienes defraudan a Cataluña, la Agencia Tributaria trinca a
Javier Alejandro Mascherano: millón y medio de euros se le habían distraído. Para ir pagando ahora los 300 millones que a las
farmacias debe el Govern de Mas, que anda alelado con la catetilla cursilada esa de la desconexión. Pero vamos a lo que de
verdad importa a la gente: ¿podrá jugar Mascherano la enésima pachanga del
siglo?
domingo, 1 de noviembre de 2015
sábado, 24 de octubre de 2015
XI, 11. A Marte a por tabaco
Nuevas mandan
los voraces y veloces insectos mecánicos —antenas y ojos y patas de
alambre fino— de la NASA, que vuelan con rumbo de tiralíneas por entre el lóbrego negror
del espacio frío e infinito.
miércoles, 30 de septiembre de 2015
X, 23. Índices, 43-45 (julio-septiembre 2015)
Va ya para
cuatro años el blog, que acarrea más de dos centenares de entradas y cumple 25100
lecturas realizadas desde 78 países[1].
Celebra moderadamente el autor ese haber dejado casi atrás uno de los números que
suelen ser agraciados con ligera superstición mágica. Curioso rasgo
antropológico éste de ir haciendo magia de todo. Saludos.
viernes, 11 de septiembre de 2015
IX, 33. Gracián relee a Ramón (2)
La génesis del proceso de la agudeza (o
conceptismo) es una intuición que Gracián capta muy gráficamente —o
sea, muy ramonianamente—
como «prontitud». Este chispazo va conduciéndose por hilos de rauda electricidad
comparativa: una instalación de «artificiosa proporción» y «agradable propiedad»
que mueve a «buscar correspondencias» de proporción (mediante la vista) y de
consonancia (con el oído). La agudeza opera, pues, encontrando mínimas afinidades
entre un «sujeto» o «centro» y sus «adjuntos» o «circunstancias». Gracián llama
a todo ese proceso conceptear o sutilizar. Una teoría sobre el modo en
que funciona el pensamiento humano.
martes, 8 de septiembre de 2015
IX, 32. Gracián relee a Ramón (1)
Como hoy es fiesta en Málaga, estoy trabajando.
Manías de profesor. Llega un momento (suele ser por septiembre) en que pasa,
mientras preparas clases: harto ya de cantar las bellezas y verdades de las
obras que son eternas mientras duran; de contar las mil vicisitudes de autores
que fueron, claro, de carne y hueso; de segmentar el espacio-tiempo con
etiquetas colganderas para estantes de historia reponedora; de convertir la
poesía en crónica, surge la «urgencia de lo conceptuoso», que es como definió Gracián
la agudeza. Vamos, que la inteligencia debe ganar la partida a la repetición. Deberes
de clase.
viernes, 7 de agosto de 2015
VIII, 5. Isinbayeva
viernes, 3 de julio de 2015
IX, 31. Si Garcilaso volviera
De qué está hecha la poesía. O qué cosa sea. Habrá quien
responda —unos ojos azules de por medio, esa sonrisa (precisamente esa) o quizá
una rubia cabellera, no sé— que eres tú. El típico poeta ligón. Un caso de
libro.
martes, 30 de junio de 2015
X, 22. Índices, 40-42 (abril-junio 2015)
Saludos, con
mi agradecimiento, a quienes están detrás de esas 23700 visitas procedentes de 78
países[1]. Son mucho más que
guarismos, pero es todo lo que sé, junto con algún que otro comentario, de esas
personas.
domingo, 21 de junio de 2015
IX, 30. Cálculos de arquitectura retórica
Un
mantra deja asentar, sobre mentes poco inquietas, revelaciones de la verdad:
sucedáneos. Por caso, que las Humanidades forjan un pensamiento crítico. Sucede
que la esencia del mantra, la repetición litúrgica, no puede ser más ajena a la
crítica. Las evidencias, además, no siempre confirman que el estudio humanístico
esté sometido al control
racional de los hechos y los datos, que por fuerza se opone al criterio
de autoridad: lo relevante no es quién siente cátedra, ni depende la verdad de
cuáles fueren los labios que la pronuncien. Agamenón
puede hallarla, tanto como su porquero. Mas nunca si acatan; sí, quizá, cuando con
tino experimentan y razonan.
sábado, 13 de junio de 2015
IX, 29. Castiglione se queda de piedra
La
Sala XVIII del Museo della Civiltà Romana expone
maquetas que reconstruyen la topografía de la Roma arcaica, desde los tiempos del
rey Tarquino hasta las décadas iniciales de la República. Próximas a un vado
del río Tevere (o Tíber) se alzan las siete colinas, a partir de cuyos primitivos
asentamientos se originó la ciudad. Son los colli
con que vimos a Castiglione
abrir su celebrado soneto, que no necesitaba título, pues, como solía ocurrir, iba
este encriptado en el verso inicial: superbi
colli = Roma. Recordémoslo en una segunda traducción española —anónima y más
fiel que la de Rey de Artieda—, que en 1904 rescató Foulché-Delbosc de un
manuscrito del siglo XVII, Espagnol 372 (fol. 252v), que
custodia la Biblioteca Nacional de Francia:
domingo, 7 de junio de 2015
IX, 28. De ruinas e interinidades
Tal vez poco
tan interino como la dedicación política. Pero en el fragor de la arenga ardiente,
las agitadas manos del orador en la masa entregada, dispuesta a ser modelada por
la voz y el gesto del líder, se entiende que éste se piense eterno. Ahí está el
tribuno Cola di Rienzo para mostrarlo: «deslumbrada su imaginación por las
ruinas de Roma, quiso restaurar su prístina grandeza. Con sus fogosos discursos
logró levantar al pueblo, señalándole los restos del poderío pretérito» (S. Vranich,
«La
evolución de la poesía de las ruinas en la literatura española de los siglos
XVI y XVII», Actas del VI Congreso Internacional de Hispanistas, Toronto, University, 1980, pp.
765-768).
sábado, 23 de mayo de 2015
X, 21. Día de reflexión
Dedico el día
de reflexión a hacer la maleta. Salgo mañana hacia la ciudad que sus habitantes
consideran la más europea de Estados Unidos. El lugar donde se alumbró, allá
por 1773, el mundo actual.
domingo, 17 de mayo de 2015
III, 53. Canción desesperada
El hallazgo
es apenas un fogonazo que relampaguea en Esta
boca es mía (1994), uno de tantos temas de Joaquín Sabina que nos
acompañan en la calle, en el coche, en la cama, en la noche, cumpliendo con la
función última del arte. Ese esfuerzo supremo de hacer algo más soportable la
rutina o la vida: «Esta canción desesperada / no tiene orgullo ni moral».
domingo, 10 de mayo de 2015
XI, 10. El final de la cuenta atrás (y 5)
0
(10 de mayo de 2015)
El
Círculo Historiográfico Marconiano sobrevive con el objetivo, más que de divulgarla,
de reflexionar sobre la obra del amigo Ataúlfo. Sentados alrededor de la mesa de
cierta casa de comidas, y ajenos a cualquier ritual no previsto por su carta,
los integrantes del Círculo nos acogemos al eco difuso del banquete platónico
para interpretar —es decir, para aplicar— las ideas del maestro. Por ser la
mesa redonda, abolida queda cualquier jerarquía: nadie se ve forzado a conceder
la palabra al igual. Las intervenciones brotan simultáneas y extrañas al corsé de
un inexistente orden del día. Tal experiencia desmiente la linealidad del
tiempo y de la escritura. El vino circula profuso para reforzar nuestros lazos
con la realidad.
sábado, 2 de mayo de 2015
XI, 9. El final de la cuenta atrás (4)
2
(h. 1978)
En
la deslavazada carpeta de apuntes que Ataúlfo Marconi denominaba Preludios y prospectivas, una leve nota que
debe conjeturarse algo anterior a 1979, «La demolición del texto parodiado», aclara
un singular proceso de causalidad: el texto A (el parodiado) va naciendo a
medida que el texto B (la propia parodia) está siendo leído; por tanto, no es A
causa de B, sino su consecuencia. Sólo una falta de respeto a la lógica y a la
cronología sostendría, pues, que A es anterior a B. Marconi, empero, reconoce
que resulta ilógico y acronológico anteponer B a A, excepto si el abecedario
fuera otra celada de una gigantesca ficción. Para sortear este callejón a todas
luces sin salida, cierra Marconi su incompleta nota con una reflexión
inquietante: «El proceso paródico pone en riesgo de demolición, más que al
texto subvertido, nuestras certezas sobre el transcurrir del tiempo. La parodia
atenta contra el calendario».
domingo, 26 de abril de 2015
XI, 8. El final de la cuenta atrás (3)
4 (19 de abril de 2015)
Por caprichoso efecto feliz de las frágiles mariposas
cuyo leve aleteo termina por causar maremotos en un quinto pino de la
paradójica teoría del caos, Pablo Iglesias había publicado el texto esencial de entre los anudados en «El final de la cuenta atrás» («Por qué regalé Juego de Tronos a Felipe VI», El Mundo, 19-4-2015), un día después de iniciada
esta serie de posts que indagan en el juego de tiempos.
martes, 21 de abril de 2015
XI, 7. El final de la cuenta atrás (2)
5
(1934-1852)
Digno
de indagación le parecía a Lerma que la General
estoria de Alfonso X o la Vida de
Teresa de Jesús se leyeran dentro del canon literario, mientras que textos
análogos, así El
Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte (1852), de Karl Marx, figuraran como filosóficos
o historiográficos. En sus Espejismos
(1934), el sutil ensayista Zacarías Lerma analizaba la función en esa obra del narrador
omnisciente, y a ratos periodístico, que encaja con éxito el relato sobre la
contienda francesa de mediados del XIX en su tesis preconcebida. Obediente a la
legislatura dialéctica hegeliana, El
Dieciocho Brumario probaba —al margen de la acumulación de nombres,
estratagemas y sucesos— la validez de esas mismas leyes, que inscribían las
derrotas de hoy como victorias del mañana. La filosofía y la historia eran,
definitivamente, géneros literarios persuasivos.
sábado, 18 de abril de 2015
XI, 6. El final de la cuenta atrás (1)
Para Marisa Solo
7
(15 de abril de 2015)
En
el mediateatrillo diario de los rigurosos comunicadores y los sabios creadores
de opinión, no era infrecuente que las papelas progresistas coincidieran con
las conservadoras. O al revés. Cierto día, un suponer, en que Felipe VI visitó
las instituciones del Sacro Imperio Romano Germánico, y los procuradores hispanos
del Parlamento confederal europeo le hicieron los honores. Los que todo lo
miraban notaron y cronificaron que el aguerrido o pacífico Pablo Iglesias,
excusándose por «saltarse el protocolo», donó entonces al Rey unos anillos
mágicos, o deuvedés, que contenían incrustados los cromos móviles de «la
popular serie Juego de Tronos». El
Imperio confederal, las monarquías, la vieja costumbre de regalar libros —ora electrónicos
ora miniados manuscritos— a los monarcas… Así como muy enraizado todo en esta
prolongada Edad Media:
sábado, 4 de abril de 2015
IX, 27. Serpenteante historia
A Nietzsche le da por topar con el concepto de pecado eficaz —que ya tendría un pase— en el relato de Prometeo,
mientras que en el bíblico de Eva y la serpiente detecta como definitivos la
curiosidad, la mentira y la concupiscencia, que tacha de sentimientos «casi específicamente
femeninos». Por oposición, y ya poniéndose muy en plan macho alfa germánico, Nietzsche
sostuvo además que el pecado del mito prometeico (y ario) es masculino. Reacciones
alérgicas de este tipo suelen ser habituales en los filólogos que, por marginar
hechos, datos y comprobaciones, se transforman en filósofos.
lunes, 30 de marzo de 2015
X, 20. Índices, 37-39 (enero-marzo 2015)
El espejo de
cuanto anda por aquí escrito son estas 21100 visitas procedentes de 74 países[1]. El bloguero propone y el lector dispone.
Tampoco eso ha cambiado. Salud y vale.
lunes, 23 de marzo de 2015
V, 19. El español en bragas (y 3)
Para Geles, que me regaló un poema
menos extraterritorial que extraordinario
No
menos ajena a los hechos que la ecuación lengua = cultura es otra
identificación: a una sociedad corresponde una lengua. Interferencia que lleva
a la definición de La Mancha
Extraterritorial como el conjunto de «quienes eligieron el español como
lengua literaria» viniendo de otros idiomas. Entre otros, al parecer, Arguedas o
«el guineano Donato Ndongo-Bidyogo». ¿Pero cuál creerá Iwasaki que es la lengua
materna de los ecuatoguineanos? Hacia atrás, podría haberse incluido en la
lista a los portugueses Jorge de Montemayor o Manuel de Faria e Sousa; a la
inversa, al abate Marchena. Quiero decir que es sencillo multiplicar los
ejemplos: fuera de la geografía fantástica del Romanticismo y sus prejuicios
nacionalistas, apenas hay un territorio en el mundo manchego donde a una
sociedad no corresponda más de una lengua. Y qué decir de cuando los escritores
viajan más allá de sus bibliotecas y se empadronan junto a ajenas estanterías.
sábado, 14 de marzo de 2015
IX, 26. Ritmos milenarios del Tiempo
Enfrente siempre, la
serpiente. Los viejos textos cosmogónicos la mientan de continuo. También a
la hora sin horas de ansiar la inmortalidad. Gaster adujo el vocablo griego y
latino senecta, que tanto vale por ‘vejez’
como por ‘cambio de piel de una serpiente’, y recordó asimismo un dicho del
italiano moderno: «Ser más viejo que una serpiente», que sintetiza ambos significados.
Y Frazer constata que muchas culturas alimentan la creencia de «que con el
cambio anual de piel las serpientes y otros animales renuevan su juventud y son
inmortales».
domingo, 8 de marzo de 2015
V, 18. El español en bragas (2)
Para Pep Alagarda,
otro partidario de la lógica implacable
Adepto
a la ecuación reductora lengua = cultura, ese extrañísimo legado
del Romanticismo, Iwasaki queda prisionero de su propio corralito
de contradicciones. Pronto, la ecuación dicta su axioma máximo: «La importancia
de una lengua no radica en el número de sus hablantes». De lo contrario, «el
chino y el hindi serían los idiomas más importantes del planeta. La aritmética
no debería tener la última palabra en materia cultural». Quiebro cumplido: el
argumento empieza por la lengua y termina por la cultura. En ese trayecto, la
lógica salta por los aires. Por ejemplo: si el chino no es uno de los idiomas
principales del planeta, ¿por qué cada vez más gentes, desde todos los rincones
del susodicho planeta, se empeñan en aprenderlo? Ah, sí: por la milenaria
cultura que atesora el juego estético de sus fonemas.
sábado, 21 de febrero de 2015
IX, 25. La más profunda de las igualdades
En el Descanso I, xv de su Marcos
de Obregón (1618), relata Espinel cómo su
protagonista topó con «un culebrón» que, «como supe después, a cuantos pasaban
acosaba». El pasaje describe una de tantas peleas contra el áspid como la mitología
y la literatura registran:
domingo, 15 de febrero de 2015
V, 17. El español en bragas (1)
Para Maria Llopis,
que megusteó el spoiler
Vaya
por delante que aprecio, y mucho, la escritura inteligente y provocadora de Fernando
Iwasaki cuando va en plan crítico literario o cultural. Por caso: «La polla de
Cervantes. Consideraciones sobre cómo la remetería y qué pajillas echaría»
(2005), uno de esos trabajos que, de vez en cuando, introducen el aire fresco de
las bienhumoradas plazas en la bibliografía académica, aquí referida a la literatura sexual. Sin embargo, ya saben que en
español (lengua que llaman así en todos los sitios, excepción hecha de España)
el giro vaya por delante es uno de
esos anunciadores —y por tanto destructores— de la intriga que la gramática,
tan miope y atenta en exclusiva a los huesecillos de un idioma, no es capaz de explicar.
Ya se lo digo yo: el giro anticipa que por detrás viene, según es costumbre, el
postre. Eso que Iwasaki llama «dar por cubo» en su artículo «Las bragas de
Pitágoras. Teorema en torno al erotismo y la pornografía» (1996). Donde de
pasada (p. 111, n. 5) se menciona al amante hortera Carlos de Inglaterra, que
fue ya asunto de un par (IV, 2 y IV, 3) de literaventuras.
sábado, 7 de febrero de 2015
IX, 24. Bazar de serpientes, dragones, cocodrilos
Las serpientes, decía,
se arrastran por todos los suelos y los textos todos. El mismo reptil,
seguramente, que el Ahrimán mentado por Volney, pudiera ser ese Tifón, hijo de Gea y
Tártaro —ahí es nada—, al que se refiere Hesíodo en la Teogonía,
820 ss.: «de sus hombros salían cien cabezas de serpiente, de terrible dragón».
Este engendro, de cuyas «cabezas brotaba ardiente fuego», luchará contra un dios
solar o de la luz, que ese resulta su oficio mayor. Sí, lo han adivinado: Zeus.
domingo, 1 de febrero de 2015
XI, 5. «M. C.»
Para Mavi, que también lo tiene
muy claro
Llevan
una temporada de obras en no sé qué iglesia de Madrid. Si fuera del Toboso, los
expertos que hurgan el sacro subsuelo, tras arremangarse y quitarse sus cascos
con relucientes bombillas, ya habrían declarado: «con la iglesia hemos dado, Sancho»
(Quijote, II, 9), que es lo que dice
el texto cervantino. Se fían muchos, antes de vencer el perezón de leer,
de lo que oyen al primo de una cuñada que tiene un conocido que una vez pasó la
vista por unas páginas de Cervantes, y siguen erre que erre con eso de que «con
la Iglesia hemos topado, Sancho». Suele pasarnos: un texto no debe aportar
nada nuevo, sino confirmar nuestros prejuicios. Ahora, andan treinta intrépidos
buscando la momia de Cervantes porque otros osados les han asegurado que,
escarbando un poco en no sé qué iglesia, la encuentran seguro: supongo, pues,
que topar no sólo significará ‘dar de
bruces’, sino ‘ir haciendo el topo’. Con un georradar, un pañuelo de cuatro
nudos y variados cacharros de picar criptas.
domingo, 25 de enero de 2015
IV, 15. Derecho a definir
Hay gentes que
creen que el Director de la Academia Española es el Presidente de la Academia
de la Lengua. Y van y lo llaman así. Equivocándose, comportamiento muy habitual.
Es que no faltan los errados en esto de la Academia. Y en su Diccionario: muchos de sus adeptos opinan
que el DRAE tiene que atrapar
palabras bonitas no más, definidas para dibujar un mundo la mar de cómodo,
feliz y sin sobresaltos.
miércoles, 21 de enero de 2015
IX, 23. Esas serpientes
Cuando no es por la manía rural o nacionalista, esa que transforma en
proyectiles las piedras que alzaron las lindes de unos terruños, ¿por qué causas
seguiremos matándonos? Incluso «en pleno siglo XXI», si lo digo tirando de esa tan
ingenua coletilla que enseguida brota en los labios de los practicantes de la
superstición del progreso. Uno da vueltas al asunto y acaba concluyendo lo
de quienes acatan esa y las demás supersticiones: que por los
símbolos. Lo mismo da: una Palabra revelada que llega desde el cielo, bajo el
paracaídas cosido por algún dios intacto e invisible sin remedio; una bandera, una
viñeta, un mito fundacional, una ficción relatada como los dioses mandan. En ARAS de sintetizar, y poniéndome jungiano, un
universal.
lunes, 5 de enero de 2015
VII, 12. Góngora si ya no lejano tampoco solo
Mi
buen amigo Jesús Ponce Cárdenas, poeta y filólogo excelente, me regalaba hace poco un ejemplar de su Desviada luz. Antología gongorina para el siglo XXI (Madrid,
Fragua-Delirio, 2014). Fue durante el último de mis pasos efímeros y errantes
por Madrid, la ciudad que mi DNI tendrá siempre por natal, y de la que pudiera
quizá decir lo que Castro: «Mi pena y mi lugar, de extranjería / regresa Luis
de Góngora a tu planta», «Quién canta. / Música, luz, color: Córdoba mía». O,
tirando de fusión
mítica, no sé si como otro buen amigo y filólogo cordobés aquí antologado,
algo así: «Caminas lentamente por las calles / cortas y estrechas, cual venas y
nervios, / de una ciudad que habita en tu cuerpo» (Matas Caballero).