sábado, 12 de mayo de 2018

XI, 15. Del asesinato como uno de los servicios públicos (2)


Ante la Sociedad de Conocedores del Asesinato, De Quincey hace disertar a su conferenciante de 1827: «En este mundo todo tiene dos lados. El asesinato, por ejemplo, puede tomarse por su lado moral (como suele hacerse en el púlpito y en el Old Bailey) y, lo confieso, ése es su lado malo, o bien cabe tratarlo estéticamente —como dicen los alemanes—, o sea en relación con el buen gusto» (Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes). El aserto resultará insuficiente a ojos de los venideros cubistas, y por completo banal después de la discusión relativista sobre el baciyelmo (Don Quijote, I, 45); pero, a pesar del déficit de su tan simplista binarismo, partamos de él para recorrer otro ya famoso jardín de senderos que se bifurcan.