domingo, 12 de julio de 2020

III, 60. El clima ya no es lo que era


Observemos una señora paradoja. Quizá la madre de todas: el clima y la historia comparten la constante del lento cambio continuo. Razón por la cual, en cualquier punto del trayecto se da, por fuerza, una coincidencia con algún punto anterior. Por eso lo absurdo de la exclamación, entre sorprendida y corajuda, «¡En pleno siglo XXI!», hija de la superstición del progreso que se niega a constatar que los cambios se producen sin objetivo alguno. O dicho con giro que inventaría Quevedo: sin ton ni son.