Será cuestión
de ir despidiendo el año. Otro ciclo o circo que se cierra. Con mi
agradecimiento a quienes, desde 74 países[1],
se acercaron por aquí dejando 19400 ecos de lectura o compañía. Que sean
felices: si no cuanto deseen, al menos cuanto puedan.
miércoles, 31 de diciembre de 2014
martes, 23 de diciembre de 2014
IV, 14. La funeraria del purismo
Fundéu es palabro que parece que no, pero al resonar en su música verbal un como inicio
de obra concebida por la infinita sabiduría divina, atesora mucho postín
purista. Un deus ex machina que
resuelve problemas lingüísticos con galanura. Oculta tal neologismo, pues,
mucho desvelo de remonte secular por las altas cordilleras de la corrección
idiomática. Porque la Fundéu, Fundación del Español Urgente, es benemérita
asociación dedicada a la tarea de salvaguardar el idioma del trote que le vamos
dando. Que es que nos gusta mucho hablar y gastar morfemas. Se suma de este
modo la Fundéu a la empresa histórica de colocar la lengua dentro de una
vitrina, no vaya a ser que con la calor, o con el frío, según, se nos ponga
mala o se estropee. Y la lengua hay que cuidarla. No en vano, de todos es
conocido que lengua no hay más que una. Y mejor si pura.
miércoles, 3 de diciembre de 2014
III, 52. El pequeño pez Nicolao
La Silva de varia lección
(Sevilla, 1540), de Pedro Mexía, es libro que debiera, o a lo menos pudiera,
seguir siendo de cabecera, como lo fue para Cervantes y —en sus cien ediciones
y traducciones de los siglos XVI y XVII— para toda Europa. Tomazo de referencia
para quienes apetezcan, con mente libre y abierta, disfrutar de los manjares de
la memoria servidos bajo la especie de innumerables noticias, relatos, saberes
y demás aventuras intelectuales. A manera de enciclopedia espléndidamente ordenada
en apariencia. Un gimnasio para la inteligencia, la curiosidad y el pasmo.
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