domingo, 26 de abril de 2015

XI, 8. El final de la cuenta atrás (3)


4 (19 de abril de 2015)

Por caprichoso efecto feliz de las frágiles mariposas cuyo leve aleteo termina por causar maremotos en un quinto pino de la paradójica teoría del caos, Pablo Iglesias había publicado el texto esencial de entre los anudados en «El final de la cuenta atrás» («Por qué regalé Juego de Tronos a Felipe VI», El Mundo, 19-4-2015), un día después de iniciada esta serie de posts que indagan en el juego de tiempos.

martes, 21 de abril de 2015

XI, 7. El final de la cuenta atrás (2)



5 (1934-1852)

Digno de indagación le parecía a Lerma que la General estoria de Alfonso X o la Vida de Teresa de Jesús se leyeran dentro del canon literario, mientras que textos análogos, así El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte (1852), de Karl Marx, figuraran como filosóficos o historiográficos. En sus Espejismos (1934), el sutil ensayista Zacarías Lerma analizaba la función en esa obra del narrador omnisciente, y a ratos periodístico, que encaja con éxito el relato sobre la contienda francesa de mediados del XIX en su tesis preconcebida. Obediente a la legislatura dialéctica hegeliana, El Dieciocho Brumario probaba —al margen de la acumulación de nombres, estratagemas y sucesos— la validez de esas mismas leyes, que inscribían las derrotas de hoy como victorias del mañana. La filosofía y la historia eran, definitivamente, géneros literarios persuasivos.

sábado, 18 de abril de 2015

XI, 6. El final de la cuenta atrás (1)


Para Marisa Solo

7 (15 de abril de 2015)

En el mediateatrillo diario de los rigurosos comunicadores y los sabios creadores de opinión, no era infrecuente que las papelas progresistas coincidieran con las conservadoras. O al revés. Cierto día, un suponer, en que Felipe VI visitó las instituciones del Sacro Imperio Romano Germánico, y los procuradores hispanos del Parlamento confederal europeo le hicieron los honores. Los que todo lo miraban notaron y cronificaron que el aguerrido o pacífico Pablo Iglesias, excusándose por «saltarse el protocolo», donó entonces al Rey unos anillos mágicos, o deuvedés, que contenían incrustados los cromos móviles de «la popular serie Juego de Tronos». El Imperio confederal, las monarquías, la vieja costumbre de regalar libros —ora electrónicos ora miniados manuscritos— a los monarcas… Así como muy enraizado todo en esta prolongada Edad Media:

sábado, 4 de abril de 2015

IX, 27. Serpenteante historia

A Nietzsche le da por topar con el concepto de pecado eficaz —que ya tendría un pase— en el relato de Prometeo, mientras que en el bíblico de Eva y la serpiente detecta como definitivos la curiosidad, la mentira y la concupiscencia, que tacha de sentimientos «casi específicamente femeninos». Por oposición, y ya poniéndose muy en plan macho alfa germánico, Nietzsche sostuvo además que el pecado del mito prometeico (y ario) es masculino. Reacciones alérgicas de este tipo suelen ser habituales en los filólogos que, por marginar hechos, datos y comprobaciones, se transforman en filósofos.