Persiguiendo a quienes defraudan a Cataluña, la Agencia Tributaria trinca a
Javier Alejandro Mascherano: millón y medio de euros se le habían distraído. Para ir pagando ahora los 300 millones que a las
farmacias debe el Govern de Mas, que anda alelado con la catetilla cursilada esa de la desconexión. Pero vamos a lo que de
verdad importa a la gente: ¿podrá jugar Mascherano la enésima pachanga del
siglo?