Un libro que
suele mantener, en cada uno de sus microcapítulos, la intriga hasta el final.
Así que las acepciones de cierre reservan múltiples sorpresas. El diccionario,
eso es. Como asesinar significa también ‘engañar alguien en quien se
confía’ y ‘causar grandes disgustos’, parecía evidente que
Cristina Cifuentes, que presidió la Comunidad de Madrid y fue socia de Los
Inmunes a la Ley de la Gravedad, había asesinado primero a sus votantes,
mintiendo sobre su currículum y hurtando cremitas en el súper, y luego había
sido asesinada por algunos de sus diestros compañeros de partido. Filtrando a
la Prensa tales tahuradas cifuentiles, estos habían practicado la suerte
tauromáquica de sacar a los medios: