sábado, 29 de febrero de 2020

X, 29. Matemática de la Historia


La Filosofía de la Historia se esforzaba por hallar tendencias, patrones y constantes en el devenir colectivo de la Humanidad, por ver de predecirlo. Ahí es nada. En la línea del fatalismo reaccionario de La decadencia de Occidente (1918-1922) de Spengler, y de la teoría cíclica de las civilizaciones desarrollada por Toynbee en Estudio de la Historia (1934-1961), el farmacéutico Alexandre Deulofeu teorizó una Matemática de la Historia de andar por su casa carlista. A tenor de su sucinta web, dijérase que una Historia matemática, o circular, ha de estar fatalmente ligada a un destino pero que muy previsible, de modo que la libertad sea en ella coherentemente descartada como entelequia. Así que el postulado deulofeuniano según el cual «la humanidad podrá ser capaz, de conocerlos, de alterar los propios ciclos» para «tender a organizarse bajo la forma de una Confederación Universal de pueblos libres» es, por sobre su carácter decimonónico o galdosiano, profundamente contradictorio con su histórica geometría de escuadra y cartabón.