«[…]
porque la máquina del mundo es harto
compleja
para la simplicidad de los hombres»
(Borges,
El hacedor, p. 68)
Un
texto parafraseado se metaforsea en el referente (la realidad a la que se
apunta) de sus respectivas
paráfrasis. Cuando prosifican el poema de Góngora, sus
comentaristas pretenden aclararlo: vierten entonces su música coral y
poliédrica en modestas y pálidas líneas de sintaxis simple. Revisemos este
procedimiento en algunas paráfrasis de las 74 palabras del pasaje (Soledades, I, 62-76) sobre el que vamos
tratando.
En
«Soledades» de D. Lvis de
Góngora, Comentadas por D. Garcia de Salzedo Coronel […],
Madrid, Imprenta Real, 1636, ff. 27r, 28v, 29r y 30r, queda así prosificado el
fragmento:
Pide
el jouen a los rayos de la luz que via, le sean fauorables, terminando sus
desdichas, aunque no fuessen el Castor y Polux que anunciauan la bonança a los
marineros, segun la supersticion antigua, y rezelando que le escondiesse su
resplandor la espessura de los arboles de aquella montaña, ò conjurados contra
el los vientos apagasen su lumbre, solicitaua diligente acercarse a ella […].
De la misma suerte que el villano caminando por la aspereza del monte, con la
facilidad que por la llana campaña […]. Sigue atentamente aquella piedra […].
Hermosa aun a pesar de la noche, que la quisiera afear entre sus horrores […].
Clara a pesar de las estrellas, que pretenden en vano deslucirla con sus
resplandores […]. Que sirue de Corona indigna, ò Tiara […], animal tenebroso,
sino [sic] miente la tradición
escondida, ò sin autoridad que lo propone. […] Cuya frente carro es brillante
de tinieblas resplandecientes, de noche que parece dia, por la claridad de la
piedra que trae en ella.
Góngora
y su música, pues, desaparecen. Ocupa su lugar el proceso mental que, por
ejemplo, viaja desde ya que no de Leda /
trémulos hijos hasta «aunque no fuesen el Cástor y Pólux que anunciaban la
bonanza a los marineros, según la superstición antigua». Sólo ha quedado el no. En contraste, las siete palabras que
en dos versos distribuyó el poeta, se han doblado. Incremento semejante al que
transforma cuando / de vientos no
conjuración alguna, en «o conjurados contra él los vientos apagasen su
lumbre». Asimismo, tradición apócrifa
se convierte en «tradición escondida o sin autoridad que lo propone»: una
versión que, en cuanto conceptista, presenta dos significados simultáneos.
Natural que Salcedo se alargue.
Sin
embargo, jibariza el sed de mi fortuna /
término luminoso, que Góngora expresaba en primera persona, en un «le sean
favorables» formulado en tercera. Pasaje en que Robert Jammes sintió necesario
aclarar la voz fortuna, y por eso la trasladó
en «naufragio», mientras respetaba más que Salcedo la expresión sintáctica
gongorina: «sed término luminoso de mi naufragio». Éste es el fragmento
completo de Jammes:
Invocando
aquella luz lejana, le dice: «Oh rayos, ya que no seáis trémulos hijos de Leda,
sed término luminoso de mi naufragio.» Y temiendo la interposición de alguna
envidiosa y bárbara arboleda, o alguna conjuración de vientos que apagaría su
lumbre, de la misma manera que el villano, corriendo por la aspereza del monte
con la misma facilidad que si lo hiciera por una llanura, sigue atentamente
aquella piedra —hermosa aun entre los horrores de la noche, clara aun en
competencia con las estrellas— que sirve de corona indigna a un animal
tenebroso (si no miente la tradición mal autorizada que lo refiere) cuya frente
es carro brillante de un sol nocturno […]. (ed. 1994, pp. 211, 213 y 215)
Así
que tiende también Jammes a expandir el número de palabras de Góngora. Por lo
que vierte, casi como Salcedo Coronel, en «o alguna conjuración de vientos que
apagaría su lumbre» el cuando / de
vientos no conjuración alguna del modelo, mientras que de tradición apócrifa ofrece la variante
«la tradición mal autorizada que lo refiere».
Con
todo, se pone de perfil ante ya que no de
Leda / trémulos hijos: «ya que no seáis trémulos hijos de Leda», aclara. Actitud
generalizada por Antonio Carreira (L. de Góngora, Antología poética […], 2ª ed., Madrid, Castalia, 1987, p. 247), que
opta por la extrema concisión:
Les
dice: «Rayos, ya que no trémulos hijos de Leda, sed término luminoso de mi
fortuna.» Y recelando interposición de invidiosa arboleda bárbara, cuando no
alguna conjuración de vientos, cual el villano, haciendo fácil llano la fragosa
montaña, sigue atento aquella piedra (bella aun a pesar de las tinieblas, clara
aun a pesar de las estrellas), tiara indigna, si no miente tradición apócrifa,
de animal tenebroso cuya frente es carro brillante de nocturno día.
Como
los cosmógrafos de Borges, que «levantaron
un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente
con él» («Del
rigor en la ciencia»[1]),
Carreira alza en prosa, para el fragmento de la silva de Góngora, un mapa de
escala 1:1, incluso con su mismo número de palabras. Del siguiente tenor son
sus soluciones: el trance, si no tranco, ya
que no de Leda / trémulos hijos es traducido por «ya que no trémulos hijos
de Leda»; sed de mi fortuna / término
luminoso, pasa a ser «sed término luminoso de mi fortuna»; y si cuando / de vientos no conjuración alguna
se transforma en «cuando no alguna conjuración de vientos», resulta que tradición apócrifa significa ahora
«tradición apócrifa». Soluciones, ya que no clarificadoras, claras. En la
versión de Carreira, la sintaxis de Soledades
resulta de lo más transparente. Un bálsamo, si no placebo, que tranquiliza al lector. Éste puede ya leer a Góngora en prosa, aunque salga sin entenderlo. Una paráfrasis con
parálisis.
Recapitulemos.
Las 74 palabras de Soledades, I,
62-76, delimitan al 100% un modelo que ofrecía una realidad complicada a sus comentadores.
Hemos visto a tres de ellos despojar de música métrica al pasaje y desajustarlo
en mayor o menor medida, pues que pretendían descifrar su mensaje. He aquí la
resultante gradación general de desajuste:
Texto
|
Número
de palabras
|
Porcentaje
|
Góngora
|
74
|
100%
|
Carreira
|
74
|
100%
|
Jammes
|
112
|
151%
|
Salcedo
Coronel
|
160
|
216%
|
Allanar
o explayar el pasaje gongorino —aquí, la máquina
del mundo— implica reducir su complejidad. Operación que consume una
energía (léxica) que permite, a las paráfrasis en verdad aclaradoras, ocupar
una superficie lingüística superior a la original: 1,5 veces mayor en Jammes; 2,1
veces, en Salcedo Coronel. La paradoja de reducir ampliando —subespecie de la que
osa unir concisión y precisión— cuenta asimismo, por supuesto, con explicación.
[1] Sobre el cuento de Borges (El hacedor [1960], Madrid, Alianza, 19804,
pp. 143-144) trata, desde su fuente ficticia y Carroll, y llegando a Google
Maps, el no menos breve texto de la matemática M. Macho Stadler, «La
escala perfecta», Cuaderno
de Cultura Científica, 13-5-2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario